Anuncios de zapatos para «Glamour».

Andy Warhol (Andrew Warhola) nació el 6 de agosto de 1928 en Pittsburgh Pennsylvania. Considerado por muchos como el artista americano más influyente de la segunda mitad del siglo XX, fue una leyenda no sólo por su obra, también por su extravagancia y el número de escándalos que protagonizó, por no hablar de sus 200 pelucas, su vestuario y sus Rolex.

Sus primeros trabajos como dibujante comienzan en el año 1949. Warholl presenta a la institución de los Artistas Asociados de Pittsburgh un dibujo de un niño con el dedo metido en la nariz. Recordaba los atrevidos trabajos de George Grosz, que formaba parte del jurado. Pese a que causó cierta sensación y el propio Grosz hizo una valoración buena, el jurado lo rechazó. Dos años más tarde comenzó a ser conocido por un dibujo que servía como anuncio de un programa de radio y representaba a un joven inyectándose heroína en el brazo.

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Gracias a su talento consiguió trabajo como dibujante publicitario realizando anuncios para importantes revistas de moda como “Glamour” o “Vogue”. La primera vez uno de sus anuncios salió publicado escribieron mal su nombre y gracias a esto decidió cambiarlo por Andy Warhol.

En una visita a la revista “Glamour” con su carpeta, la directora artística no sabía que uso darle a los dibujos de Warhol, y le dijo: “Los dibujos son buenos pero por el momento “Glamour” solo necesita dibujos de calzado.” Al día siguiente el perseverante Warhol apareció con 50 dibujos de zapatos. El tema se volvió recurrente en sus primeras obras más comerciales. Su éxito fue inmediato ya que nadie dibujaba zapatos como él. Sabía transformarlos voluntariamente, darles formas locas, añadir elementos, ponerles cintas, trabajarles reflejos plateados y asociarles talones finos. Algunos son de una calidad excepcional por los materiales empleados, como el pan de oro.

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Gracias a estos dibujos de zapatos realizó una exposición llamada “Golden Shoes” con creaciones libres de diferentes dibujos de calzado dedicadas a estrellas del cine y de la literatura como James Dean, Elvis Presley y Truman Capote.

En muchas ocasiones se ha hablado del fetichismo de Warholl respecto a los zapatos. Existen testimonios que lo relacionan con un amante que lo primero que hacía era besarle los zapatos y los pies. Una anécdota poco conocida nos da una idea de lo importantes que eran para él. David Bowie en su disco “Hunky Dory” le dedica una canción a Warholl que comienza con una conversación en el estudio de grabación en la que Bowie intenta corregir a Ken Scott su incorrecta pronunciación de ‘Andy Warhol’. Cuando Scott solemnemente repite la intro, esta vez con toda corrección, Bowie comienza a tocar entre risas. Cuando Bowie le mostró el tema a Andy Warhol, éste se enfadó, ya que pensó que la letra se mofaba de su apariencia física. Cuando acabó la canción, Warhol y Bowie se miraron un instante a los ojos, hasta que Andy dijo: «Me encantan tus zapatos». A continuación ambos se enzarzaron en una conversación de 45 minutos sobre zapatos.