Opera Prima

Fernando Trueba, director de cine (Madrid, 1955).

Su primera vez fue, curiosamente, Opera Prima. No podía haber elegido título más apropiado para su primera película, una comedia que realizó en 1980, protagonizada por Óscar Ladoire y Antonio Resines. Ganó un Oscar por Belle epoque, varios Goya con La niña de tus ojos y es autor de la bellísima Chico y Rita, con animación creada por Javier Mariscal. Su última obra es El artista y la modelo.

Fernando Trueba

Fernando Trueba durante el rodaje de Opera Prima

Opera Prima comenzó sin tener ni una cuartilla escrita. A partir de ahí, de esa idea, Oscar Ladoire y yo grabamos un par de casettes improvisando diálogos y ese fue el embrión del guión. Lo escribimos en el verano del 79, y la rodamos en cuatro semanas, del 15 de noviembre al 15 de diciembre de ese año. Empezamos rodando de noche en el aeropuerto de Barajas. Y yo deseaba que se suspendiera el rodaje, tal era el pánico que tenía. Tenía 24 años y una osadía juvenil que me permitió atreverme a dirigir. Si eres una persona sensata y razonable, nunca dirigirás cine.

Mi hermano mayor, Juanjo, murió en mayo en Nueva York, donde trabajaba como cirujano en un hospital, en Harlem. El mundo, la realidad, se desenfocó para mí. Creo que escribí como una forma de terapia, sin saberlo, como algo a lo que agarrarme.Entonces trabajaba como crítico en «El País» y «La guía del ocio». Lo dejé para hacer mi primera película y, si tuviera que decir qué fue lo más difícil, diría que hacer reir. Eso siempre es lo más difícil.

No sé si aprendí algo de aquella experiencia. Tal vez desaprendí más cosas de las que aprendí. Aprendí a tener miedo a hacer cine. Descubrí que no era tan listo como yo me creía. Me cagué en los pantalones. Se me abrió una úlcera.

Aunque gracias al poco tiempo y medios de que disponía, casi no tenía tiempo ni para equivocarme. Apenas para rodar el guión a toda pastilla. Los errores de cada película son parte de la propia película, de su sustancia, su cuerpo y su alma. Inseparables de sus aciertos.

La película está dedicada «a Luís». Se trataba de Luís Cuadrado. Él había sido el director de fotografía de películas clásicas del cine español como «La caza» o «El espíritu de la colmena». Cuando lo conocí él se había quedado ciego, a causa de un tumor. Nos hicimos muy amigos. Era un tipo maravilloso, divertido, entrañable. El me regaló uno de los mejores gags de la película. Y su amistad. Murió el día de mi cumpleaños. Yo estaba montando la película. El día de su entierro, cayó una gran nevada.

Trailer promocional de «El artista y la modelo»