Calamites Manchego
Aitor Casero (Bilbao 1981) es arquitecto por la UAH. Ha trabajado en Ljubljana y Madrid. En 2010 forma junto a unos compañeros Papalagi, una plataforma multidisciplinar para crear relaciones profesionales, buscar sinergias y hacerse más visible. Con Papalagi ha impartido un workshop y participado en numerosos proyectos. Ha trabajado también como escenógrafo para Yllana (Hip hop Circus, 666), el Sí Mágico (Inaguración) y Komo Tetaro (La malquerida). Actualmente está realizando el Calamites Manchego con Jaime de los Ríos, redactando un proyecto de ejecución para una vivienda junto a Mercedes Peña y colaborando con Julio Castronuovo en la escenografía de “Prometeo Encadenado”.
Jaime de los Ríos trabajó entre 2008 y 2010 con EcoSapiens en torno a la permacultura, diseñando y asesorando en proyectos de desarrollo y planeamiento sostenible, colaborando también en el Sitio-escuela Sao Francisco, como profesor en cursos de permacultura y bionstrucción. Forma parte del colectivo Desenfreno que desarrollan infraestructuras efímeras (¡Valla Faro! ,Globus Popus…). Paralelamente, desarrolla una investigación sobre narrativas audiovisuales con el grupo Nemotecnia, destacando el proyecto “Lila: una historia de Rama” representado en el ITFOK 2010 de Kerala y en el TAC2011 de Valladolid.
Sobre el proyecto del Calamites Manchego
Aitor: El proyecto que presentamos es un pequeño panteón familiar que está en el cementerio de Socuéllamos, Ciudad Real. Nuestra propuesta configura un espacio íntimo de visita para reunirse con el recuerdo de los queridos.
Tanto el proceso de proyecto como la manera de afrontar la obra ha sido de constante simplificación, pero hemos prestado atención a las particularidades: Una envolvente-estructura de hormigón visto con bajorrelieves que canalizan las aguas pluviales y se tiñen con el paso del tiempo , y un mueble columbario/banco/mesita que acondiciona el interior del panteón y establece el vínculo del espacio dedicado a los visitantes y el dedicado a los difuntos.
Aitor: El encargo le llegó a Jaime a través de un compañero del colegio (de cuando eran chavales).
Jaime: Había trabajado con Aitor en unos workshops de teatro en la India y le propuse juntarnos. Querían solo un croquis, pero les presentamos un proyecto, y nos ofrecimos a desarrollarlo y construirlo. Por suerte les gusto, y el esfuerzo no fue en balde.
Aitor: Una parte importante del trabajo consistió en encontrar un panteón con el que los clientes estuviesen contentos y que a nosotros nos gustase hacer. Nos reuníamos a menudo y entre reunión y reunión fuimos desarrollando la propuesta actual.
Jaime: El proyecto cambió mucho hasta que encontramos el proyecto que queríamos realizar.
Aitor: A partir de este momento fuimos preparando la documentación para construirlo. Tuvimos ayuda de bastantes amigos y conocidos y también colaboraciones estupendas : Pablo Cruz con las infografías y Javier Serrano en el diseño de los motivos que íbamos a moldear en el hormigón…
Jaime: y alguna mano con experiencia, que nos quitó el miedo al hormigón visto.
Aitor: En el momento que teníamos preparado el proyecto contactamos con varias constructoras y nos encontramos con presupuestos que doblaban ampliamente nuestra estimación. Así que decidimos asumir el papel de contratistas.
Jaime: … y a punto de terminar la obra, parece que vamos a cumplir con el presupuesto inicial, Aunque, ¡a qué precio!, nos ha llevado muchísimo esfuerzo. Creo que la próxima vez intentaremos presupuestar con más margen.
Aitor: Comenzamos a buscar contratas en el entorno de Socuéllamos. Mientras buscábamos la forma de hacer los moldes del hormigón, a un precio razonable. No resultaba fácil porque la mayoría de encofradores con los que nos reunimos no parecían sentirse seguros haciendo hormigón visto.
Jaime: Mientras resolvíamos cómo hacer los moldes del hormigón. Hicimos pruebas en el estudio y decidimos hacerlo cortando tableros de madera con una fresadora de control numérico. Tenemos un conocido que se había construido una él mismo pero finalmente no pudo realizar el encargo.
Aitor: La obra había empezado y después de una búsqueda contrarreloj para encontrar una fresadora de control numérico a un precio asequible, resultó que en el mismo Socuéllamos un carpintero se había hecho con una. Estaba encantado con las posibilidades que la máquina ofrecía.
Jaime: Otro de nuestras luchas fue conseguir un hormigón sin pasadores.
Aitor: Nos reunimos con unos especialistas en hormigón (Rafael Hernando y Ana Rodríguez ) y nos recomendaron intentar hacerlo como se hacía antes, apuntalando los encofrados. Esto nos facilitaba encajar los moldes en el encofrado y nos evitaba los huecos de los pasadores. En un pueblo cercano encontramos unos encofradores que accedieron a todos nuestros requerimientos.
Jaime: Luego durante la obra fue negociación constante. De pronto todo era muy complicado para ellos, y proponían adoptar nuevas soluciones que no nos satisfacían. Mantenerte firme en tu decisión, siendo novel, ante una persona que lleva 20 años trabajando con hormigón no es fácil.
Aitor: Sí, nos implicamos mucho. Visitando la obra semanalmente y quedándonos incluso a dormir allí cuando las cosas se complicaban. Orki, el carpintero con el que nos llevamos muy bien se pasaba por la obra y nos mandaba imágenes a través del whatsapp.
Jaime: Incluso clavamos clavos con los encofradores cuándo estaban agobiados por el trabajo.
Aitor: Sucedió que al no vibrar bien el hormigón dejaron aire ocluido y el hormigón se pegó a los moldes. Tuvimos que hacer una reparación. Un imprevisto sobre el que no teníamos experiencia. Después de buscar soluciones ayudándonos de las amistades que tenemos (gracias a todos), una empresa internacional de hormigones cosméticos nos recomendó una empresa reparadora que resulta que estaba en el pueblo de al lado.
Jaime: Cuando visitamos la obra con ellos, y nos confirmaron que podría reparar los daños, fue un alivio.
Aitor: Con la fase de hormigón terminada y la parte de cerrajería y obra encauzada, parece que todo marcha. Esperamos terminar la obra pronto y no tener más tropiezos. En conjunto creo que una clave importante ha sido el diálogo: La obra se puede entender como un cúmulo de diálogos entre los implicados en los que nosotros éramos el nexo.